Se multa a las txoznas por pasarse de decibelios y transgredir los horarios, que es lo que ocurre desde siempre. Supongo que el consistorio realiza esta imposición de multas de cara a la galeria y a recaudar algo para las maltrechas arcas municipales.
Pero sigue sin haber un control serio en los establecimientos, se sigue vendiendo alcohol a nuestros menores y se siguen produciendo las degradantes escenas con las borracheras de nuestros jóvenes.
Es bonito que haya txoznas que no dispensen alcohol pero, seamos honestos, protejan a nuestros menores de verdad.